Dibujaré una ola al movimiento
en tu espalda, de gotas espumosas
ya vencida, tumbada entre las hojas
siento aviene a mi boca tu alimento.
La cálida marea aviva el viento
desde mi alma a las ínsulas humbrosas
de tus párpados, bahías gozosas
donde ha de encallar mi último aliento.
De tacto, arena y carne, la hermosura
en que torna tu cuerpo y se estremece
mudando en oro al sol de las salinas
blanqueadas; reflejan tu mar desnuda
y este sueño, que en tus brazos se mece
noctámbulo, vigila las sentinas.
en tu espalda, de gotas espumosas
ya vencida, tumbada entre las hojas
siento aviene a mi boca tu alimento.
La cálida marea aviva el viento
desde mi alma a las ínsulas humbrosas
de tus párpados, bahías gozosas
donde ha de encallar mi último aliento.
De tacto, arena y carne, la hermosura
en que torna tu cuerpo y se estremece
mudando en oro al sol de las salinas
blanqueadas; reflejan tu mar desnuda
y este sueño, que en tus brazos se mece
noctámbulo, vigila las sentinas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario