
..
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De un tajo me corto
¡zas! la puta cabeza.
Desde el suelo vidriosos
como de infartado
fijos en un punto
los ojos miran.
Me arrimo a su vera
le abro la boca y con las tijeras
rebano la lengua
que a la alfombra rueda
como una culebra.
Macilenta y grave
esparce su risa
sobre mi cadaver.
¡zas! la puta cabeza.
Desde el suelo vidriosos
como de infartado
fijos en un punto
los ojos miran.
Me arrimo a su vera
le abro la boca y con las tijeras
rebano la lengua
que a la alfombra rueda
como una culebra.
Macilenta y grave
esparce su risa
sobre mi cadaver.

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