Blog de Juan Luis Miranda

29/7/08

De solidarios y otras especies

Ojo al artículo. Y al hecho. La izquierda política y mediática dice que los países desarrollados (o, lo que es lo mismo, USA) impiden mediante bloqueos comerciales, fiscales y demás barreras arancelarias, el crecimiento económico a los países en vías de desarrollo. ¿No habíamos quedado en que el modelo de crecimiento económico de los países desarrollados es socialmente injusto? ¿O quizá lo única que aquí interesa es la crítica sin fondo y la pura propaganda?
Siempre he dicho que las barreras arancelarias son una injusticia de primer orden, tanto para los productores y emprendedores en los mercados externos condenándoles a la miseria de malvender sus mercancías a mercados de bajas plusvalías -vecinos tan empobrecidos como ellos- como para los emprendedores internos y resto de ciudadanos que vía impuestos sufragan a los subvencionados en un fraude de ley que por la vía de los hechos ha convertido una reglamentación coyuntural en una norma estructural en toda la Unión Europea, como un dogma que no admite ni crítica ni revisión. Fundamentalmente, el reproche de esta izquierda se basa en la falta de compromiso por parte de las grandes potencias económicas. Sería interesante escuchar, en estas mismas mesas de negociación, el compromiso de la India de, a cambio de ser desbloqueados sus productos en destino, desbloquear ella misma a sus limítrofes aún más empobrecidos, como Bangladesh; a China, frente a Mongolia, y así en cadena. Este sí sería un gran paso para la Humanidad. Mientras no sea así, lo que aquí se ventila es pura propaganda. Quítate tú que me pongo yo.
Cada noche, Lorenzo Milá editorializa poniendo caritas ante la avalancha de inmigrantes, culpando a la miseria. ¿Por qué jamás declara que la pobreza que les empuja a escapar es consecuencia a partes iguales de la corrupción política en sus países de origen y al bloqueo al libre comercio en los países de recepción, como es España? Está bien que la clase política y la mediática sean la misma canalla. Lo intolerable es que sus hipocresías las paguemos con nuestros impuestos y, encima, nos den lecciones de solidaridad. Corrijo. Lo increible es que aún una mayoría de conciudadanos les crean.

Escuela de grumetes II

Dibujaré una ola al movimiento
en tu espalda, de gotas espumosas
ya vencida, tumbada entre las hojas
siento aviene a mi boca tu alimento.

La cálida marea aviva el viento
desde mi alma a las ínsulas humbrosas
de tus párpados, bahías gozosas
donde ha de encallar mi último aliento.

De tacto, arena y carne, la hermosura
en que torna tu cuerpo y se estremece
mudando en oro al sol de las salinas

blanqueadas; reflejan tu mar desnuda
y este sueño, que en tus brazos se mece
noctámbulo, vigila las sentinas.

28/7/08

La estación perdida II

Son las doce. En lo alto,
un tintineo de luces
vence la blanda calina
contra el muro del huerto.
.
¡Semillero de agua viva
pozo hundido
que hiciste de polvo piedras
para un sonajero vibrante!
.
Son las doce y en mi alma
crepitan sordas las horas
de aquel mayo, nuestro mayo
tristemente lejano.

La estación perdida I

Volveré y tú ya te habrás marchado.
Las lámparas, volverán a mi
sus ojos mustios; cegados
a la negrura que desde el rincón
perfila la estancia descarnada y sola.
.
Volveré y tú ya te habrás marchado.

27/7/08

Unconsciousness II

Neguemos la palabra. Ahoguemos
la sibila en su canto y en su gozo. Perdure
tatuado a fuego en nuestras almas
el rutilante brillo de la verdad.

Neguemos la palabra. Acallemos
implacables la obsequiosa verborrea
la mentira, la nula vanidad.

Neguemos la palabra. Alcemos
uno con uno faros de luz, llama viva
que al Mal contrasta e intima a ser,
tal como soñamos
verdeante valle de discreta alegría.

Neguemos la palabra. Seamos
el rotundo eco de un humilde no.