Radovan Karadzic está ya en manos de la justicia. Dice a esta hora elpais.es: Cae Radovan Karadzic, el Carnicero de Sarajevo. No digo yo que no sea culpable -10.000 muertos se apuntan bajo su responsabilidad-, pero coincidirán conmigo en que esta historia ya nos suena de antes. La izquierda de Armani -europea y norteamericana- tan dispuesta siempre a socorrer a sus verdugos de cámara, obviará los crímenes cometidos por Izetbegovic y sus mujaidines en pos de aún no se sabe muy bien que nueva nación islámica que, a nadie se le debería escapar, hubiese sido la cabeza de puente del islam en el centro de Europa y el no menos relevante cerco a la república laica de Turquía, tan ambicionada por esta religión de paz, amor y concordia. Y es que, frente al ejército de Karadzic -encabezado por el también prófugo Mladic- el 90% del ejército bosnio era musulmán, y ya sabemos cómo prejuicia esta confesión a sus enemigos, más aún con la inestimable ayuda de algún siempre presto tonto útil.
Frente a aquella verdadera cruzada, aquel líder internacional, Felipe González, junto a sus colegas europeos encabezados por el farsante de Javier Solana (mis excusas a sus sobrinos, a quienes aprecio) se pusieron la venda en los ojos hasta que, una vez el Tío Sam les sacó por enésima vez la basura del jardín, corrieran tras el fulgor de la medalla en la solapa y con los dólares de la reconstrucción en el bolsillo. Más lejos, aunque más cerca de nuestro corazón, las victimas de Fidel Castro se siguen contando por decenas de miles, cuando comenzó fusilando a más de diez mil personas e imponiendo la pena capital, sin contar las miles que han perecido ahogadas en el mar huyendo de Cuba y las que se han podrido y se pudren en la cárceles castristas. La izquierda, a lo suyo, que es la discriminación positiva y el relativismo arbitrario y así. Ni De Juana, ni Ahmadineyad, ni Castro. El más sanguinario, Karadzic. Al tiempo. Porque ya lo dijo ese faro de luz de nuestra izquierda, el camarada Stalin: la muerte de un hombre es una tragedia; la muerte de miles, una estadística. Según convenga.
