Blog de Juan Luis Miranda

10/1/08

Resurrección

Aún en estos vagos días
cuando el caer de las horas se deshace
en manantial de otroras memorias vencidas,
advierto la piel demudada en áspera coraza
-a causa de no sé bien qué otoño inesperado-
y no me reconozco.
.
¿Qué clase de dios
se habrá arrastrado hasta aquí veladamente
visitándome con tanta furia? ¡Sólo dentro hallará
un solar de flores secas, podres brotes de cuando amaba
y en su explosión me agitaba y cruzaba de bergantines
atestados de gozosas ansias!
.
¿Qué clase de dolor
será éste que mi pecho inflama
hasta asfixiarme en la toda vacuidad?
¿Será la consciencia del fulgor perdido,
las amantes que ya no son
y no serán?
.
¿Habría mi sombra de reidearse
dando a esta sola estancia
perfiles de nada? ¿De los rincones
surtirían como infolios, nítidos
estallidos de noche eterna....
.
(el mañana está siempre por llegar)
.
...hasta ahí fuera?
Todo sea, quizá sea
por no apagarme.

22/11/07

El guardián del Portón del Día

Los goznes del Portón del Día giran
en su pavorosa mecánica
confundiéndoos en su trajín
a vivos y muertos, mientras yo
soldado que guarda el paso
velo el sueño hasta mi hora.

Pues en verdad soy yo,
el guardián del Portón del Día
y como pago a mi estático penar
ordeno -es mi privilegio-
escuchéis previo a marchar
lo que os debo decir.

No administro piedad ni ira.
No concedo perdón ni inflijo tormento.
No profeso afectos ni decoro la mentira
con ropajes de falsa verdad.
Tampoco os juzgo,
como tampoco os deseo bien ni mal,
ni albergo recuerdo de vuestros hijos muertos
ni por ellos siento pena alguna.
No pregunteis si pronto
hallareis su abrazo. Todo ignoro.
Y si aún habita alguna esperanza
en vuestros corazones, vuestra es
que ni el roce de esas vuestras túnicas pretendo
ni bajo mi coraza guardo alhaja arrebatada a otro.

Llevad pues con vos vuestras riquezas
el oropel, las guirnaldas si alcanzásteis la victoria.
Arrostrar otros la infamia del fracaso y la derrota.

Llorad unos, alzad la cabeza otros.
Cruzad como habeis vivido
dando este trance por concluso.

2/11/07

Canto a los audaces

No dejes, alma en luceros,
cuando los agujeros, los abismos,
toda sima,
inunden mis zapatos
y las hachas y el aura
de las antorchas penetren
regando mis mejillas
hasta el venero de la muerte,
verterme en cobardía.

21/10/07

Rememoranzas II

Para vivir llevo la vida en un segundo
tras mis pasos los recuerdos dormitando vais,
pobres, como calaveras
gimoteando una atención, algún desvelo,
de este ser deforme y prematuro.

Pero no puedo socorreos en este instante
¡Despertad, marchad, haceos libres!
¡No veis, recuerdos, soy un hombre
que desvive, lucha y sigue hacia adelante!
En la noble virtud de mi osamenta
refleja el porvenir excelsos dones.

¡Iniciática Belleza, vendrás a mi como entonces
y me harás nuevo delfín de las mareas!