Miro al sur y miro al norte
y no veo más allá
de donde tu voz habita
dormida en mis adentros,
arrebolando costas, millas
surcadas de recuerdos que son,
siempre son,
huidizos y lejanos.
Contraviento traiga
el eco que nos desenlace.
Bata mis alas
del oeste descubierto al este
desierto y tardío
y haga de mi alma
orilla de espuma blanca
en finos encajes.
2/9/06
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