septiembre 2006 | Blog de Juan Luis Miranda

19/9/06

Pequeña ala (de hierro) III

¡Cómo te meces en mí,
alma de conjuntos simples,
tornando ciegas las palabras!

Será que las llevas todas
asidas al pecho y no alcanzo
desde este abismo a iluminarlas.

¡Alma sin costuras, alma,
alma silenciada!

5/9/06

Madrugada de rastrojos

Por los pabellones del progreso
por las avenidas
veis pasear los miedos
y las vísceras
que escupiera sobre vosotros
cobardes que me escrutabais.
Pero yo río y canto,
me descubro en mi frío,
en mi hambre, al comer de mi carne
en mi soledad, donde el aire falta,
donde soy, en el vacío,
dios y absoluto.
¡Hipócritas! ¿No os sonroja
criticar a quien no suma más de uno,
y aplastar con palabra
de hechos consumados
la llama creciente de una audacia?
¿Merecéis pues algún descanso?
¡Ni los rezos de una vieja
enterrada en años
que todo lo perdona!

2/9/06

Escuela de grumetes

Miro al sur y miro al norte
y no veo más allá
de donde tu voz habita
dormida en mis adentros,

arrebolando costas, millas
surcadas de recuerdos que son,
siempre son,
huidizos y lejanos.

Contraviento traiga
el eco que nos desenlace.
Bata mis alas
del oeste descubierto al este

desierto y tardío
y haga de mi alma
orilla de espuma blanca
en finos encajes.

1/9/06

Rosa del Nilo

Como hija de un dios Nilo es esta pena
que enhebrada se entrelaza perezosa
para ir de mí, hacia ti. Es la rosa
errabunda en la tormenta de arena,

huracán enorme que su estruendo goza
ataviada en luz, nítida y serena,
huyó de la razón a la quimera,
locura que la sinrazón desposa,

pues su amor condujo su ala enferma
por tener su esta otra ala vigorosa.
¡Desborde en su raudal el alma llena,

despierte en calma el ánima espumosa
de la niña rosa que el caudal se lleva
con el grácil vuelo de la mariposa!