Blog de Juan Luis Miranda

12/11/06

La casa (a Verónica L.G.)

He comprado una casa
con su puerta blanca y su cielo azul,
techo de pizarra y banco verde
donde se posarán los gorriones
en primavera.

Compré un tostador
de enchufe inglés, ¡tan raro!
Así tendré una excusa
para mañana,
cualquier mañana,
llevarte a la boca un beso
con qué besarte.

Y me ataré a tu cuello
y, riendo,
me dirás: ¡ya vale!

Nuestra casa tiene
un porche donde sentarme
a esperar que vuelvas,
imaginándote.

Y así quedarme solo,
quedarme así un instante
por creer que has vuelto a casa
y regresarte.

Y me ataré a tu cuello
y, riendo,
me dirás: ¡ya vale!

Te lloraré pronto
cuando me faltes.
He comprado una manta
para arroparme.

Canto a morir VI


Me alimente de su luz mientras me extingo
y cubra estos despojos, esta pena
que habla del otoño antiguo, de las noches
que en silencio viera
caer como hojas secas al olvido.

Hojas secas son
su corazón y el mío.

Canto a morir IV


En primavera abril
y entre los lirios nichos
de memoria desplegada
yacen
en aromas intensos a la médula
arraigadas. Prisioneras
las cariátides de antaño
esperan.

Canto a morir III


Yo me doy siendo en los pozos
profundos
y acallo los ecos totales.
En el todo. ¡Ciénaga
que me ocupas te penetro
con palabra de amor
mayúsculo!

Canto a morir II


Mágica alcoba de antiguas
cenizas y enjambres dorados.
De azuladas guirnaldas
el dintel del alma
tenías coronado.

¡Qué fantástica corría
por mis venas
la luz de tu casa!