He comprado una casa
con su puerta blanca y su cielo azul,
techo de pizarra y banco verde
donde se posarán los gorriones
en primavera.
Compré un tostador
de enchufe inglés, ¡tan raro!
Así tendré una excusa
para mañana,
cualquier mañana,
llevarte a la boca un beso
con qué besarte.
Y me ataré a tu cuello
y, riendo,
me dirás: ¡ya vale!
Nuestra casa tiene
un porche donde sentarme
a esperar que vuelvas,
imaginándote.
Y así quedarme solo,
quedarme así un instante
por creer que has vuelto a casa
y regresarte.
Y me ataré a tu cuello
y, riendo,
me dirás: ¡ya vale!
Te lloraré pronto
cuando me faltes.
He comprado una manta
para arroparme.
12/11/06
Canto a morir VI
Me alimente de su luz mientras me extingo
y cubra estos despojos, esta pena
que habla del otoño antiguo, de las noches
que en silencio viera
caer como hojas secas al olvido.
Hojas secas son
su corazón y el mío.
Canto a morir IV
En primavera abril
y entre los lirios nichos
de memoria desplegada
yacen
en aromas intensos a la médula
arraigadas. Prisioneras
las cariátides de antaño
esperan.
Canto a morir III
Yo me doy siendo en los pozos
profundos
y acallo los ecos totales.
En el todo. ¡Ciénaga
que me ocupas te penetro
con palabra de amor
mayúsculo!
Canto a morir II
Mágica alcoba de antiguas
cenizas y enjambres dorados.
De azuladas guirnaldas
el dintel del alma
tenías coronado.
¡Qué fantástica corría
por mis venas
la luz de tu casa!
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