mayo 2009 | Blog de Juan Luis Miranda

20/5/09

Naufragio

De todas las cosas que en el mundo son
de entre todos los sentimientos que a este dia
llegué a albergar, no encuentro explicación
a este estado estupidiforme y bovino
en que me dejas, viniéndome y huyéndote,
como si desconociera que no existe punto
al que ir y volver a un mismo tiempo.

19/5/09

Un brindis

Mi agujero es mi casa, mi mundo. No lo habito. Lo ocupo, reptando entre penumbras. Del vino a los papeles; de la cama a la otra cama. Y me cruzo con San Juan de la Cruz, como un ángel, vestido de blanco, con su blanca calva, ofrenciéndome un abrazo para acabar charlando junto a la nevera compartiendo un zumo de tomate mientras me canta sonetos de ese amor que siempre está por llegar y que me lleva a recuerdos que nunca fueron y sin embargo a su lado recreo mientras nos felicitamos, nos saludamos por este reencuentro y su tacto macilento descorcha la última botella de un vino duero, o de más allá. Qué más nos da si ambos ya estamos muertos.

13/5/09

Regresar a donde acaso nunca llegamos del todo a salir

.
Jardín
.
Yo no sé cómo saltar
desde la orilla de hoy
a la orilla de mañana.
.
El río se lleva, mientras,
la realidad de esta tarde,
a mares sin esperanza.
.
Miro al oriente, al poniente,
miro al sur y miro al norte.
.
Toda la verdad dorada
que cercaba al alma mía,
cual con un cielo completo,
se cae, partida y falsa.
.
Y no sé cómo saltar
desde la orilla de hoy
a la orilla de mañana.
.
.
Juan Ramón Jiménez. De "Estío"

.

11/5/09

Diálogos a media tarde

.
Tiempo se vuelve a hacer presente a Niño-Espiga ataviado con una túnica negra, mientras este duerme sobre un lecho de hierba húmeda con los ojos abiertos clavados en el cielo, siendo advertido:
.
- Tiempo: Poco queda para que rindas cuentas.
- Niño-Espiga: Se avecina.
- Tiempo: Y después ¿Dónde irás esta vez?
- Niño-Espiga: Lejos de losotros.
- Tiempo: Cada lustro contestas igual.
- Niño-Espiga: Cada lustro preguntas lo mismo.
- Tiempo: Pero un día habrás de parar.
- Niño-Espiga: Ese día aún no será.
- Tiempo: Pero llegará.
- Niño-Espiga: Llegará.
- Tiempo: ¿Aún no temes?
- Niño-Espiga: ¿Tendría motivos?
- Tiempo: Los tendrás.
- Niño-Espiga: Pues acércate a mi frente y prende un beso.
- Tiempo: No. Lo echarías de menos.
- Niño-Espiga: Nada tengo, nada puedo añorar.
- Tiempo: Te engañas.
- Niño-Espiga: Y qué.
- Tiempo: ¡Ja ja! Estás solo.
- Niño-Espiga: ¿Es mi castigo?
- Tiempo: Es tu elección.
- Niño-Espiga: ¿Es mi sino?
- Tiempo: Y tu penitencia.
- Niño-Espiga: ¿Es una atrofia?
- Tiempo: Es el horror, que ya se avecina.
.
Tiempo se desvanece entre el oscuro del firmamento, ensombreciendo las estrellas y poniendo en negro la escena.

10/5/09

La biblioteca

Nunca supe cómo desembarazme a tiempo de las cosas, por lo que me apliqué en aprender a no poseerlas. Del mismo modo, resulta imposible echar de menos lo que jamás fue de uno, salvo que uno haga de sus ensoñaciones quimeras huérfanas de realidad. Porque es su realidad la única constatación de las cosas mismas. Las ideas las anteceden, las sobrevuelan o las traspasan, las superan, para quizá no ser jamás, para tal vez nunca poderlas retrotraer. En cambio las cosas perduran en su propio ser, movidas por su propia inercia, tozuda e inquebrantable. ¡Cómo poder imitarlas! He viajado ultimamente, para lo que suelo, demasiado. Y de regreso al buscar entre mis libros los hallé cosas, y en las cubiertas un polvo traido de no sé bien donde que no me dice nada, que no me hace mejor, que ni pretende ni añora. Y me he sentado en la silla pensando en por qué te dije que te quería y me vine a cubrir de polvo, ahí, junto a la biblioteca, cosa a la espera de ser tomada.